miércoles, 17 de noviembre de 2010

Más pronto cae un hablador...

...que un cojo, decía mi abuela. Y heme aquí: redactando la primera entrada de un “blog” que será la herramienta de una nueva estrategia didáctica,al menos para mí. La finalidad es acercar a los alumnos otros espacios de convergencia, convivencia y coincidencia: otra “aula”.

Poco a poco, y no sin renuencia, he ido cediendo terreno a la computadora y a la digitalización en diversos ámbitos de mi vida. Pero en el que más obstáculos había puesto era en el quehacer de mi ser: la docencia. No pocas ocasiones he despotricado en contra de la computadora y el internet, y no sólo por pre-juicios, también con fundamento. Aunque admito que, igual número de ocasiones he agradecido sus bondades: el redactar y corregirme antes de imprimir el texto final, encontrar un libro que ya no venden en las librerías, y el poder acercarme y platicar en tiempo real, cara a cara, con mis amigos y familia en distintos lugares del pais y del mundo.

La era digital, la nueva era de las redes, es un arma de dos filos, al menos en la academia. Por un lado están el correo electrónico, las bases de datos, las toneladas de información periodística, filosófica y científica, los “blogs”, las redes sociales, las librerías y bibliotecas virtuales, que ahorran tiempo y dinero en el desarrollo de una investigación. Por el otro, está el tráfico de información, la confiabilidad nula de la mayoría de las fuentes, la tendencia de los sujetos a sólo “copiar y pegar” escritos sin siquiera leerlos. Con esta acción están cometiendo no sólo plagio, sino también auto engaño, pues creen que al guardar el texto en la memoria de la máquina está “guardado” en su memoria ,y por imprimirlo creen que lo escribieron. Suponiendo que tienen un conocimiento que, cuando necesitan no está ahí, pues nunca estuvo ahí.

Al final, he aceptado el reto de experimentar con la esperanza que los alumnos, y otros maestros, descubran las oportunidades y las ventajas que nos ofrece el mundo digital para acercarnos al pensamiento crítico, a la acción crítica, a la praxis conciente y responsable: a la libertad.